jueves, 29 de octubre de 2009

¿Es posible la política honesta?


«Los que quieren tratar a la política y a la moral en forma separada nunca entenderán nada sobre ninguna de las dos». Eso escribió Jean-Jacques Rousseau, y yo estoy de acuerdo. La práctica de la política no sólo puede, sino que debe conciliarse con los imperativos de la honestidad. Pero, ¿qué es la honestidad o la deshonestidad en un político? ¿Es posible siquiera que un político sea honesto?

La pregunta llega al corazón de la democracia. Cuando los electores descalifican a los políticos por deshonestos, los movimientos antidemocráticos florecen.

Sin embargo, todos los políticos saben que la ambigüedad y la componenda tienden a triunfar sobre las verdades universales. A veces es necesario elegir el mal menor. Nuestros patrones normales de decencia y probidad no siempre se pueden aplicar, aunque no porque el cinismo y la hipocresía sean lo único que importa en política.

Tomemos por caso al príncipe de la ambigüedad, el Duque de Talleyrand. No sólo corrupto, sino también un notorio traidor a varios jefes consecutivos, se decía que Talleyrand no había logrado vender a su propia madre nada más porque no había podido encontrar compradores. No obstante, aunque fue desleal a los gobernantes franceses, probablemente Talleyrand nunca traicionó a Francia.

Sucede que la deshonestidad política adopta formas distintas. Identifiquemos los diversos tipos. Un tipo es el de alguien que es deshonesto para empezar. Una persona así será un líder, ideólogo o diplomático deshonesto en cualquier circunstancia.

Otro tipo es el del diletante con buenas intenciones. Torpe y aficionado, sus acciones dañan los intereses que busca promover.

Los «apostadores» políticos, por otra parte, hacen mal uso de la competencia. Son hábiles pero despiadados, carecen de humildad y evaden la reflexión. El «alborotador» político es pariente cercano del apostador, y busca lograr sus crecientes ambiciones por cualquier medio, sin importar los riesgos y a pesar del costo para los demás.

El «fanático» político también es deshonesto, ya que está cegado por la convicción de que tiene la razón en todo. El fanático es inflexible y no se detiene, es una aplanadora que aplasta todo lo que encuentra en su camino. En contraste, el «operador» que concierta los arreglos políticos no es menos deshonesto, porque carece de lo que el primer presidente Bush llamó «la cuestión de la visión». Es cobarde, no tiene principios y se echa para atrás ante la responsabilidad.

Más allá de estos tipos distintivos del político deshonesto hay posturas políticas más generales. En primer lugar están las formas cínicas del pragmatismo, encarnadas en el principio de que el fin justifica los medios siempre que las exigencias morales entren en conflicto con los intereses políticos.

En el otro extremo está la postura ingenua, utópica y moralista que es igual de deshonesta. Quienes la predican, deploran la aspereza y la relatividad de la política y hacen llamados inútiles para el renacimiento moral. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. La historia no es un idilio y las biografías de los políticos no se parecen a las vidas de los santos. Paradójicamente, si todo el mundo fuera honesto, la política resultaría superflua.

Eso no significa que no podamos identificar a los políticos honestos cuando nos encontramos con ellos. Emmanuel Kant describió a dos tipos de políticos. El «moralista político» busca «forjar la moral» según las necesidades de la política entendida como un juego cínico. Es una etiqueta que se aplica con facilidad a todos los tipos de políticos deshonestos descritos líneas arriba.

El segundo tipo de Kant es el «político moral» que rechaza el pragmatismo cínico pero que no cae en la moralización ingenua. Un político honesto es alguien que considera a la política como una herramienta para alcanzar el bien común. No es ingenuo y sabe que con frecuencia es necesario ser paciente, hacer arreglos y seguir una política de pasos pequeños. Sin embargo, mientras busca las metas parciales no pierde de vista los objetivos más amplios.

En resumen, un político honesto aplica un pragmatismo basado en principios, en el valor para decir cosas desagradables, pero siempre con una actitud constructiva. En efecto, la crítica irresponsable (el afán de revelar y publicar un problema sin la voluntad de proponer soluciones factibles) es tal vez la forma más común de deshonestidad en política.

Por ello, gobernar es frecuentemente la mejor prueba de honestidad política. En los países democráticos, si los políticos que critican a otros mientras forman parte de la oposición resultan ser ineficientes cuando llegan al poder, los votantes pueden (y generalmente lo hacen) castigar su deshonestidad en las urnas.

La prueba más dura para un político honesto llega cuando debe defender ideas que no son populares pero que son las correctas. No todos aprueban ese examen, sobre todo cuando se acercan las elecciones. No obstante, sólo los políticos deshonestos equiparan la política con la popularidad exclusivamente.

Al mismo tiempo, un político moral nunca logra por sí solo garantizar el bien común. Sólo cuando los políticos apoyan la decencia de los demás pueden estar seguros de que en momentos críticos para el Estado lograrán superar sus diferencias políticas.

No obstante, la honestidad política no es responsabilidad exclusiva de los políticos. La opinión pública también debe desempeñar bien su papel. Después de todo es más probable que la honestidad política (y los políticos honestos) se arraigue en una sociedad caracterizada por una cultura de tolerancia, solidaridad e igualdad en los derechos individuales. Los políticos tramposos no se dan bien en ese suelo.

Yo soy ante todo un practicante de la política. Por ello, sé que ninguna teoría y que ningún análisis puede librar a los políticos del examen de conciencia, de preguntarse qué es honesto y qué no lo es a la hora de enfrentarse a una decisión política. El político honesto está dispuesto a soportar esa carga.

Aleksander Kwasniewski

lunes, 26 de octubre de 2009

PROBLEMATICA DE LA VIVIENDA SOCIAL EN BOGOTA


¿Qué es vivienda popular? ¿Qué características estéticas, constructivas, espaciales encierra este concepto que la identifican y la ponen en la mira de analistas, arquitectos, planeadores, instituciones estatales y hasta noticias amarillistas? ¿Cómo poder abordar este tema y entender sus transformaciones y desarrollo a través del tiempo?
Con estas dudas y con poca información al respecto comencé a estudiar este tema, tan común cotidianamente pero de superficial análisis por la sociedad en general.
Como primera medida abordo este ensayo con los conceptos y criterios que personalmente he ido tejiendo para llegar a la comprensión a priori de la problemática, aspirando a establecer unas bases para llegar a proponer soluciones que mas que aligerar la situación por unos momentos permita replantear soluciones a largo plazo.

La problemática de la vivienda popular no es un tema actual, esta se viene desencadenando desde aproximadamente los años 50, cuando como consecuencia de la industrialización y el cambio de una concepción de producción rural por una urbana, las familias del campo deciden migrar a las ciudades en busca de mejores oportunidades de vida, de empleo y educación.
A estas condiciones del nuevo modelo económico se sumo la violencia en el campo, y los acontecimientos del 9 de abril de 1948, los que obligaron a las familias a abandonar sus viviendas y emprender un viaje a un destino que parecía ofrecer todas las oportunidades necesarias para comenzar una vida prospera y amena.
Lamentablemente, esa tierra prometida, mas que oportunidades y grandeza trajo la “condenación” para estas familias, pues las ciudades y en especial la capital, no estaban preparadas en términos de planeacion urbana y oferta de viviendas, para tal magnitud de nuevos habitantes, que además no contaban con los recursos económicos para integrarse debidamente a la sociedad.
En este orden de ideas y gracias a las políticas erradas del estado, a urbanizadores piratas que vieron en estas personas su “gallina de los huevos de oro”, es que se comenzó a evidenciar un crecimiento irregular y expansivo en la estructura urbana.
Las familias ante una oferta escasa por no decir nula, de un techo sobre el cual albergar su hogar, adquirían viviendas en zonas “urbanizadas” por constructores informales, que nada de preparación tenían en relación con el tema, mas que sacar el máximo provecho en términos de cantidad de vivienda a un terreno que sino se robaron, no les costo ningún valor, pues son suelos categorizados como de riesgos, por encontrarse en zonas no aptas para los asentamientos humanos.

Dichas adquisiciones de vivienda en estas condiciones ha generado lo que en estos momentos se conoce como barrios informales o ilegales, en los cuales se hacen evidentes toda una seria de problemas urbanos, espaciales, de infraestructuras de servicio, espacio publico, etc.
A niveles estructurales y constructivos de las viviendas, las cuales la mayoría se encuentran en vulnerabilidad sísmica media o alta por no cumplir con los requisitos de sismo resistencia, plantas irregulares modificadas acorde a las necesidades, materiales diferentes, etc.
Además porque por lo general son casas en las cuales se ha adaptado el primero piso o parte de el, para establecer algún tipo de negocio local que les permita satisfacer sus necesidades, pues la oferta de empleo no da cabida para tanta demanda y menos a personas con poca preparación.

Todo este crecimiento irregular y expansivo de la ciudad, se ha producido en resumen por un término que quizás reúna todas las situaciones por las que han pasado dichas familias y es la EXCLUSION, exclusión laboral, exclusión habitacional, exclusión social, y es que mejor no lo puede resumir Marcelo Balbo

“El enfoque de la exclusión social, permite echar luz sobre las causas de la desigualdad y la pobreza en las ciudades y sobre las consecuencias que esta ultima puede provocar en términos de inclusión o exclusión según las variables de economía, de clase, de sexo, etc.”.

No podemos seguir abriendo los fragmentos de desigualdad entre la población, que cada vez se hacen mas grandes y mas difíciles de pensar utópicamente que algún día se cosan con hilos de igualdad y equidad.
Hoy es un momento en el que a nivel social estamos perdiendo la sensibilidad para con el otro, tampoco es pensar en una ciudad en la que todos caminemos unidos de las manos bajo arco iris y corazones, pero si pensar en que para que una ciudad se desarrolle y crezca adecuadamente se necesita la participación de todos sus integrantes, empezando por considerar a esta parte del grupo como ciudadanos y no simple citadinos que se tengan que someter a las normas y leyes sobre las cuales nadie a defendido su situación, ni sobre las cuales se les permitió ser participes.

Es por esto que se hacen necesarias unas políticas y gestiones sociales de inclusión de la población “excluida” en una ciudad que les permita aprovechar la misma.

“La ciudad “inclusiva” es el lugar donde cualquiera, independientemente de condición económica, sexo, edad... Puede permitirse participar productiva y positivamente en las oportunidades que la ciudad tiene para ofrecer” (HABITAT II, 2000

Y es que es un problema que nos compete a todos y en términos arquitectónicos y de planificación urbana nos hace pensar y analizar las consecuencias de esta expansión en una ciudad que cuenta con aproximadamente 3 mil Ha de suelo urbanizable, en donde la demanda por año son de 500 Ha, para tratar de controlar el déficit de vivienda que asciende a las 50 mil viviendas por año, de las cuales 23 mil son de vivienda de interés social, y sumado a esto el déficit actual que oscila entre las 530.000 mil viviendas.

Es un reto poder comprender este tema tan complejo y de repercusiones fuertes sobre el territorio. Con miras a esto entra en juego la búsqueda de lugares urbanizados que se encuentren en deterioro físico y social y que sean aptos para desarrollar planes de renovación y reutilización de dicho suelo, con el propósito de no seguirnos expandiendo a una ciudad donde ya no quedan lugares para donde seguir creciendo a las velocidades que se demandan.

“Volver la mirada a áreas urbanizadas [al centro] representa una mutación positiva derivada de la reflexión sobre la no sostenibilidad del crecimiento expansivo de la ciudad - reconstruir la ciudad en la ciudad”.
Pan Parcial piloto la Alameda

Y es esta misma reconstrucción de la ciudad en la ciudad, la que nos permite reactivar dinámicas importantes de un sector y establecer nuevas directrices de planificación del mismo. Sumándonos a las concepciones de sostenibilidad, que nos permita hacer cruces de usos y actividades para mimetizar los altos gastos de energía por movilizaciones casi inauditas de la vivienda al trabajo, etc.

Son en estas mismas directrices y nuevas maneras de pensar la ciudad, en donde cabria la inclusión como medio de pensar en un desarrollo mas equitativo y competitivo de esta, en el cual todos contemos con las mismas oportunidades y posibilidades de progreso.

Teniendo en cuenta todas estas situaciones y pensando en materializar estos conceptos, aborde una serie de indicadores de lugar, que permitieran implantar dichos conceptos, sumados a las condiciones de la ciudad contemporánea y a los conceptos de globalización.

Teniendo en cuenta que una ciudad globalizada es aquella en la que se producen flujos de personas, información y cargas a velocidades impresionantes, en los cuales cada momento y objeto en un abrir y cerrar de ojos pierde vigencia, todo es efímero.
Aquí entran en contraposición dos visiones las cuestiones simbólicas que hacen vigente el significado de global a donde quiera que uno vaya, que asumen roles de emblemas, y las necesidades reales de las personas y los espacios.
Lógicamente seria inútil pensar en acabar con las desigualdades de un día para otro, y quizás sea una esperanza que nunca se llegue a concretar pero es importante comenzar a pensar y generar alternativas y soluciones a dicho problema.
Existen fuerzas sociales y actores de la economía global que son los que manejan el capital económico, pero junto a estos se encuentra la fuerza emergente que son todos aquellos trabajadores que ocupan una posición sistemática dentro de las dinámicas de la economía y de la sociedad.

Lastimosamente a estos segundos no se les dan las oportunidades necesarias para hacerlos participes fuertes dentro de estas, lógicamente por malos manejos en las políticas y gestiones que lleven a una redistribución de beneficios a todas las partes.
La idea seria redistribuir dichos beneficios para que las clases populares extraigan algunas ventajas en este enorme dinamismo, si es que algún día el gobierno logra entender un poco sobre estas dinámicas urbanas, como ya ha pasado en ciudades como Barcelona, en las cuales el gobierno se ha manifestado para con las minorías, en términos económicos.

por Silvana Villalba

viernes, 23 de octubre de 2009

La Cultura Ciudadana como estrategia integral para fortalecer la convivencia urbana


Cultura ciudadana: un enfoque novedoso que ha arraigado en la ciudadanía

Cultura ciudadana es el conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan sentido de partencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos. Su propósito es desencadenar y coordinar acciones públicas y privadas que inciden directamente sobre la manera como los ciudadanos perciben, reconocen y usan los entornos sociales y urbanos y cómo se relacionan entre ellos en cada entorno. Pertenecer a una ciudad es reconocer contextos y en cada contexto respetar las reglas correspondientes. Apropiarse de la ciudad es aprender a usarla valorando y respetando su ordenamiento y su carácter de patrimonio común.

Este concepto tenía como punto de referencia una hipótesis formulada por Antanas Mockus en una investigación sobre “indicadores de convivencia”, según la cual los comportamientos violentos en Colombia se explican en parte por el divorcio entre los tres sistemas reguladores del comportamiento humano: la ley, la moral y la cultura. De ahí que el programa de cultura ciudadana desarrollado a partir de 1995 consistiera en un conjunto de acciones cuyos propósitos centrales eran dos: 1. Propiciar el cumplimiento de las normas y el cambio de comportamientos que riñen con la convivencia. 2. Aumentar la capacidad de concertación y solución pacífica de conflictos y la comunicación entre los ciudadanos. Para ello se acudió a varias estrategias, entre las cuales sobresalen la pedagogía ciudadana, la adecuación de los contextos físicos y sociales de la ciudad donde ocurren las interacciones cotidianas de sus habitantes, y el fortalecimiento de la policía metropolitana.

Para decirlo de un modo coloquial, los datos obtenidos en la aplicación de los instrumentos de medición permitieron trazar una radiografía relativamente clara de cómo están en materia de cultura ciudadana, las personas mayores de 18 años que viven en Bogotá.

Normas de convivencia:

La mayoría de los ciudadanos conoce en promedio 9 normas de convivencia, de 40 seleccionadas para la encuesta. Las más recordadas son las de tránsito vehicular y peatonal, en particular el uso de cebras y puentes peatonales así como el respeto a los semáforos vehicular y peatonal. En cambio, otras normas básicas, como usar del cinturón de seguridad en los vehículos, no conducir embriago, respetar las zonas públicas en las urbanizaciones, tramitar licencias para construcción y cambios de uso del suelo, tienen escasa recordación entre los ciudadanos.

Según observaciones y conteos en varios puntos de la ciudad, la gran mayoría de los conductores respeta el semáforo en rojo, al menos durante el día. Por otra parte, aunque la mayoría de los peatones usa los puentes para cruzar la calle, esta norma aún no se ha convertido en un hábito general y aún menos de la población escolar y universitaria.

Pese a lo que suele creerse, entre la ciudadanía predominan las actitudes de respeto a la ley así como el rechazo al porte de armas por parte de la población civil. Tan sólo una pequeña proporción de ciudadanos, sobre todo personas jóvenes y de estratos uno y dos, justifican algunas transgresiones, bajo determinadas circunstancias, por ejemplo: cuando es la única manera de ayudar a la familia o cuando se hace para luchar contra un régimen político injusto.

Respecto del origen y la naturaleza de las normas, una alta proporción de ciudadanos considera que son impuestas por quien tiene el poder para hacerlo, pero al mismo tiempo las perciben como resultado de la experiencia y voluntad mayoritarias. A su vez, hay un relativo consenso en que las normas serían más aceptadas, si la ciudadanía pudiera participar en su elaboración.

Paradójicamente, aunque la mayoría se consideran buenos ciudadanos, predomina una percepción negativa o escéptica acerca del comportamiento y las actitudes de los demás, percepción que sin duda afecta la confianza entre los ciudadanos

A pesar de la reducción del número de muertas violentas y de algunos delitos, durante la última década, Bogotá sigue siendo percibida como una ciudad insegura. Entre las razones mencionadas como causa de la inseguridad, sobresale por amplio margen la delincuencia común, seguida por el desempleo. Al parecer, esta percepción negativa obedece en gran parte a la propia experiencia de los ciudadanos, ya sea por haber sido víctimas de algún hecho violento o por haberlo presenciado.

Entre los comportamientos más importantes para la convivencia, la ciudadanía enfatiza sobre todo el respeto y la solidaridad con los vecinos. Sin embargo, al indagar el grado de aceptación frente a diversos tipos de vecinos, se observan actitudes fuertes de intolerancia, especialmente frente a drogadictos, paramilitares, guerrilleros, alcohólicos, narcotraficantes, prostitutas, indigentes, homosexuales y personas con antecedentes penales. En cambio, es muy baja la proporción de ciudadanos que no quisiera tener como vecinos a personas de nacionalidad, región, raza o religión distinta a la propia.

Como quiera que para fortalecer la seguridad ciudadana, las relaciones de convivencia, la cultura democrática y las diversas expresiones del arte, la recreación y el deporte, se requieren procesos de mediano y largo plazo, se definieron las siguiente políticas públicas orientadas a consolidar la cultura ciudadana de los habitantes de Bogotá:
1. Reconocer e incentivar el cumplimiento de normas y acuerdos por parte de los ciudadanos, y buscar aprendizajes cuando sea necesario sancionar.
2. Propiciar la autorregulación individual y social de las personas y los grupos, así como el uso de formas no violentas para dirimir los desacuerdos y solucionar los conflictos.

3. Integrar socialmente y culturalmente a comunidades de reciente inmigración a la ciudad y en situación vulnerable.
4. Ampliar y cualificar los canales de discusión pública y participación democrática.
5. Potenciar las contribuciones del arte, la recreación, el deporte y el medio ambiente a la convivencia, la solidaridad y la comunicación entre personas desconocidas.

Rocío Londoño
Profesora Asociada de la Universidad Nacional de Colombia

jueves, 22 de octubre de 2009

Sí a la vida, no al aborto ¿Por qué razones?


Siempre si al ser humano, sea cual sea el estadio vital en que se encuentre

Vivimos en una sociedad plural. Unos piensan de una manera y otros de otra; bien, pero... ¡defendamos nuestra postura con razones!

No es inteligente el tomar partido "porque sí", o porque es lo que está de moda y cae bien a una mayoría, o por razones de poco peso que contravienen a otras de mayor entidad. Por eso veamos las razones por las que nos oponemos al aborto y damos un sí a la vida:

Si la justicia consiste en dar a cada uno lo suyo, el primer derecho de la persona humana es el de vivir. Basado en esto el Artículo 15 de la Constitución Española nos dice que "Todos tienen derecho a la vida"

Pero la vida del ser humano es un hecho, siendo un derecho su protección y defensa. Así pues, queda claro que cuando decimos "derecho a la vida", estamos diciendo que es un derecho a su protección. Y esto porque:

*La ciencia ha demostrado que "la vida humana comienza en el momento de la fecundación, en el momento de la fusión del espermatozoide con el óvulo" (Profesor Alfred Kastler, Premio Nobel de Física).

"El hombre entero se encuentra ya en el óvulo desde el momento en que éste es fecundado: todo el hombre con todas sus potencialidades" (Jean Rostand, biólogo francés de primera línea).

"Aceptar el hecho de que, tras la fertilización, un nuevo ser humano ha comenzado a existir no es una cuestión de opinión, es una evidencia experimental". (Jérome Lejeune. Premio Nobel. Catedrático de Genética Fundamental de la Universidad de la Sorbona).

"Producir un aborto es matar a un ser humano". (Dr. Zamorano Sanabria. Catedrático de Embriología de la Universidad Complutense de Madrid).

"Soy biólogo y puedo afirmar que cuando el óvulo y el espermatozoide se unen ya se ha originado una nueva vida. Molecularmente hablando, aquello no es una prolongación de la madre, no es un apéndice que pueda ser extirpado sin más. Es un individuo nuevo, y a menos que neguemos la definición misma de la humanidad y sus derechos, no podemos atentar contra él. El momento clave es pues el de la concepción. Entonces comienza la aventura humana. Y la evolución del ser humano proseguirá sin cesar hasta la muerte. Embrión, feto, recién nacido, niño, joven, adulto, anciano, todo es el mismo individuo en diferentes edades". (Profesor Botella Llusiá, Presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Catedrático de Ginecología y ex-Rector de la Universidad de Madrid).

Los científicos nos dicen que en el zigoto ya hay una vida "distinta" del óvulo y del espermatozoide, que comienza su propio desarrollo La prueba la encontramos en el niño -probeta o en el zigoto insertado en el útero de una madre de alquiler. Es evidente que no es un tumor de la mujer, sino un ser humano distinto de ella, aunque en proceso de desarrollo, que necesita condiciones especiales de nidación. Su evolución progresiva, sin solución de continuidad, le llevará al nacimiento, niñez, juventud, ... hasta su muerte.

Resumen de su desarrollo en el seno materno:

De la unión del óvulo con el espermatozoide nace un nuevo ser, una célula diferente con doble herencia: 23 cromosomas del padre y 23 de la madre.

A las 6 horas después de la fecundación la célula inicial da dos, que a su vez se convierten en cuatro, éstas se dividen en ocho, dieciséis, treinta y dos... ¡una explosión de vida! hasta llegar a los 60.000 millones de células que constituyen el niño en el momento de nacer.

Hacia los 17 días el embrión comienza a diseñarse: sistema nervioso, vértebras, costillas, médula espinal, futura cabeza con rudimentario cerebro...

Hacia las 3 semanas algunas células empiezan a latir, el corazón del tamaño de un grano de trigo no dejará de hacerlo hasta la muerte.

A partir de entonces se esbozan los brazos, piernas, cara...

A los 2 meses ya tenemos completamente formada la figura.

A los 3 meses ya no se habla de embrión sino de feto. La talla alcanza casi 10 cm. y el peso 45 grs. El niño ya se mueve y comienza a esbozarse la respiración.

Al 4º mes los riñones funcionan y empiezan a salir los cabellos.

Al 5º mes mueve brazos y piernas.

El 6º mes es el de los músculos.

El 7º mes es el de los nervios.

Al 9º mes, hacia los 270 días, se prepara para salir y hacer su aparición en nuestro mundo.

La ciencia ha hablado ¿Cómo podemos negar la evidencia? La interrupción voluntaria del embarazo es un crimen, por mucho que las leyes lo permitan.

Carmen Díaz-Varela.

martes, 20 de octubre de 2009

“Envejecimiento exitoso” y “tercera edad”: Problemas y retos para la promoción de la salud



El presente ensayo propone una reflexión crítica sobre las categorías “envejecimiento exitoso” y “tercera edad” a partir de un análisis de sus postulados, especialmente el que refuerza el proceso de envejecimiento saludable como resultado de una mera opción individual. De ese modo, se busca problematizar las acciones y discursos de la promoción de la salud dirigidos hacia al segmento poblacional de los adultos mayores y al proceso de envejecimiento, subrayando la necesidad de politización del debate de esos temas. El artículo sugiere como primordial la consideración de los diversos modos de gestión de la experiencia de la vejez en el momento de establecer estrategias de promoción de la salud a los que están envejeciendo.



Rice y Lockenhoff afirman que envejecimiento exitoso y tercera edad son, teóricamente, nociones relacionadas y, se puede decir que comparten muchas perspectivas y significados.
Envejecimiento exitoso, antes que un concepto, enmarca desde hace mucho, una importante aspiración humana. Deseamos envejecer bien, sin dolor o con el mínimo de sufrimiento.

Usualmente, miramos con admiración a aquellos que atraviesan los años revelando bienestar, realización personal, vivacidad y vigor preservados. Como sabemos, ciencia y aspiraciones sociales están íntimamente relacionadas y, en este sentido, han existido muchos intentos teóricos y científicos encaminados a identificar y establecer qué sea envejecimiento exitoso.

Según Neri y Cachioni, la definición posee tres connotaciones generales. La primera se refiere a la realización del potencial individual capaz de generar satisfacción física, psicológica y social según el individuo y su grupo de edad. Es evaluada de acuerdo a condiciones objetivas disponibles, por la visión que la gente e instituciones poseen sobre tales condiciones y por lo que se considera necesario para la realización plena de este potencial. La segunda significación toma como parámetros de envejecimiento exitoso el funcionamiento que más se acerque al de la media de la población más joven, siendo adoptada por las prácticas de salud, educativas y estéticas destinadas a preservar la juventud y retardar los efectos del envejecimiento. La tercera idea de envejecimiento exitoso se relaciona con la identificación de comportamientos para los cuales los individuos poseen un buen desempeño, y de optimización de su ejecución por medio de mecanismos de entrenamiento y motivación. Mediante tales estrategias se compensarían las pérdidas identificadas en el proceso de envejecimiento y se mantendría la estimulación para realizar comportamientos en otros dominios de la vida cotidiana. En esta tercera connotación, los ejemplos para lograr un envejecimiento exitoso suenan afines a la perspectiva de la promoción de la salud: si un adulto mayor tiene una buena capacidad física, la preservación de este potencial y su estimulación a través de la práctica deportiva puede reforzar el sentido de bienestar y favorecer la manutención de vínculos sociales.



Es de vital importancia que los profesionales y demás actores sociales involucrados con las políticas e intervenciones de promoción de la salud hacia los más viejos consideren como prioridad la politización del debate de las cuestiones ligadas con el proceso de envejecimiento. Es necesaria y bienvenida al centro de la discusión la inclusión de varios otros modos de gestión de la experiencia de la vejez. Esta etapa de la vida, como argumenta Debert, no representa una realidad homogénea; la edad, por sí sola, no es capaz de uniformar la experiencia de la gente. Hay que considerar la multiplicidad de modos de envejecer, reconsiderar que hay límites en la intención de revertir el proceso de degeneración y dependencia y mirar críticamente la visión fácil de que el deterioro puede ser evitado, siendo accesible a todos la posibilidad de decir no a los efectos indeseables del envejecimiento biológico mediante actividades y tecnologías especializadas.

Resulta primordial, entonces, que las investigaciones y prácticas consideren el punto de vista de los adultos mayores que estamos conduciendo al interior de nuestras intervenciones. Necesitamos considerar, en el campo de la promoción de la salud, la existencia de múltiples concepciones y formas de envejecimiento exitoso según las personas que lo viven y preguntarnos acerca de los diversos significados que pueden ser atribuidos por la gente a la salud y los hábitos saludables en la vejez.


Muro Brigeiro

lunes, 19 de octubre de 2009

10 preguntas frecuentes sobre el proceso de inscripción de cédulas que comienza este lunes 19 de Octubre


  • Para inscribirse es indispensable presentar la cédula original. Puede ser la blanca laminada, la café plastificada o la amarilla con hologramas.
  • El proceso de inscripción es gratuito y el ciudadano recibe un comprobante.
  • Quienes cumplieron 18 años recientemente y ya recibieron su cédula no necesariamente tienen que inscribirse, ya que automáticamente quedan habilitados para votar en un puesto cercano al sitio en donde fue expedida su cédula.
¿Dónde puedo inscribir mi cédula? ¿Puedo inscribirme con la contraseña? ¿Puedo delegar a otra persona para que haga la inscripción por mí? ¿Qué pasa si no he renovado mi cédula? Encuentre a continuación las respuestas a éstas y otras preguntas frecuentes sobre el proceso de inscripción de cédulas que comienza el próximo lunes 19 de octubre en todas las Registradurías del país, y que entre el 26 de octubre y el 2 de noviembre se realizará en todos los puestos de votación.

1.¿Qué es la inscripción de cédulas?

Es el acto mediante el cual el ciudadano se registra ante el funcionario electoral, si el trámite se hace en Colombia, o ante el funcionario diplomático o consular, si se hace en el exterior, con el fin de quedar incluido en el censo electoral si aún no lo está, y/o poder ejercer el derecho al sufragio en un puesto de votación cercano a su lugar de residencia.

2.¿Cuándo y dónde habrá inscripción de cédulas?

Entre el lunes 19 de octubre y el viernes 23 de octubre, el horario de inscripción cédulas será de 8:00 a 5:00 pm en jornada continua, en todas las Registradurías Especiales, Municipales y Auxiliares del país. El sábado 24 de octubre, el horario de inscripción de las cédulas será de 10 am a 6 pm en todas las sedes de la Registraduría en el país. Entre el lunes 26 de octubre y el lunes festivo 2 de noviembre, la inscripción de cédulas se realizará en 9.975 puestos de votación ubicados en municipios, corregimientos e inspecciones de policía, entre las 10:00 am y las 6:00 pm, incluyendo sábados, domingos y festivos. Adicionalmente, entre el 19 de octubre y el 2 de noviembre también habrá inscripción de cédulas en los 180 consulados de Colombia en el exterior.

3.¿Me puedo inscribir si ya estoy inscrito?

Sí, para cambiar su puesto de votación. La última inscripción anulará la inscripción anterior y por lo tanto usted podrá votar en el sitio en donde se inscriba ahora.

4.¿Si acabo de recibir mi cédula y no he votado, debo inscribirme?

No necesariamente, porque todo ciudadano, por el sólo hecho de obtener su cédula de ciudadanía al cumplir la mayoría de edad, ingresa automáticamente al censo electoral y queda habilitado para votar en un puesto cercano a la dirección informada al momento de tramitar su cédula de ciudadanía. Debe inscribirse sólo si desea cambiar su lugar de votación.

5.¿Puedo inscribirme si no he renovado mi cédula?

Sí. La inscripción de cédulas se adelanta con cualquiera de los tres formatos de cédula vigentes: blanca laminada, café plastificada o amarilla con hologramas.

6.¿Puedo inscribir mi cédula presentando sólo la contraseña?

No. Para inscribirse se requiere presentar la cédula original. No se admiten contraseñas, carnés, libretas militares, licencias de conducción, denuncios de pérdida del documento. Únicamente la cédula original.

7.¿Puedo inscribirme con el pasaporte?

Si usted es un colombiano residente en el exterior y adelantará la inscripción de su cédula en un consulado, podrá inscribirse con cualquiera de los tres formatos de cédula o con el pasaporte colombiano vigente. Por el contrario, en el territorio nacional no es posible inscribir la cédula presentando el pasaporte.

8.¿Puedo autorizar a otra persona para que inscriba la cédula por mi, presentando mi cédula?

No. El trámite de inscripción de la cédula exige la presentación personal del ciudadano. La impresión de la huella dactilar del ciudadano es requisito indispensable para validar el proceso de inscripción.

9.¿Me puedo inscribir en un sitio distinto a donde vivo?

No. La inscripción sólo es válida para los residentes del lugar en donde se realiza y por lo tanto al inscribirse en ese sitio el ciudadano está declarando bajo juramento que efectivamente habita en la ciudad, corregimiento o inspección de policía correspondiente.

10.¿Me entregan algún comprobante de la inscripción?

Sí. Usted recibirá un comprobante en el que se señala la fecha de la inscripción, su número de identificación, los códigos de inscripción y puesto, el lugar en donde realizó la inscripción y el puesto de votación en donde queda habilitado para votar.


Inscripción en la web: Encuentre toda la información sobre el proceso de inscripción de cédulas en el Portal Web www.registraduria.gov.co: Preguntas frecuentes, datos y cifras, formularios, explicación del proceso paso a paso y consulta en línea del puesto de votación, entre otros servicios.

martes, 13 de octubre de 2009

Situación de las Mujeres en Colombia y Avances en Políticas de Igualdad.


Para analizar la situación de las mujeres en Colombia es necesario tomar en cuenta tres elementos fundamentales: la brecha que existe entre la normativa vigente en materia de reconocimiento de losderechos humanos de las mujeres y el ejercicio real y efectivo de dichos derechos por parte de las mujeres; la diversidad de mujeres, que implica diferenciar entre la situación de las mujeres de grupos específicos -como pueden ser las afro colombianas e indígenas- así como las diferencias que se presentan a nivel departamental y, por último, el impacto del conflicto armado que exacerba la violencia contra las mujeres y recrea nuevas formas de violencia que refuerzan la discriminación histórica que las afecta.

Esto tres elementos obligan permanentemente a realizar el ejercicio de análisis desde una lógica que conjugue la situación en el país de todas las mujeres, puesto que no hay un ejercicio real de los derechos y a la vez reconozca la diversidad y particularidad, especialmente de las mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad, así como las afectaciones del conflicto armado.

A continuación se revisa la situación de las mujeres en Colombia tomando en cuenta las mayores
problemáticas que impiden el ejercicio de los derechos, la diversidad y la especial afectación del
conflicto armado.

Violencia Intrafamiliar

La violencia intrafamiliar es un problema grave en el país. Tanto por las cifras que alcanza en magnitud como frecuencia; por las falencias en materia de política públicas que pese a los avances no logra un atención integral de la problemática; por las limitaciones de la normativa que no garantiza el acceso de las mujeres a la justicia y por las deficiencias en los sistemas de información que generan un subregistro.

Violencia sexual

Durante el 2006 el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, conoció un total de
19.596 dictámenes sexológicos, lo que de una tasa nacional de 46 por 100.000 habitantes, lo que
señala un incremento de 5.9 puntos mayor que la del 2005, puesto que en ese año, Medicina Legal reportó 18.478 dictámenes sexológicos, significando un incremento de 1.6%. Lo cual habría que analizar si se debe a un incremento de casos o a un aumento de la denuncia. Al igual que en el
2005, en el 2006 el mayor número de casos se presentó en mujeres con un total de 14.382 dictámenes que representan el 83.6%. En el 2005 fueron las mujeres el 84% de los casos denunciados (13.697) proporción que también se mantuvo en el 20047.

Durante el 2006, la violencia sexual afectó mayoritariamente a menores el 75.7% correspondiente a 14.840 dictámenes. Con respecto al lugar donde ocurre la violencia sexual, el mayor número ocurre en la vivienda, en casos de mujeres se presentaron 9.443 casos y en hombres 1.772 casos8.

En definitiva en Colombia durante el 2006, se presentaron diariamente 53 casos denunciados de
violencia sexual, es decir más de 2 casos cada una hora. De ellos, 39 mujeres fueron diariamente
las víctimas.

Trabajo y Generación de ingresos

En Colombia en el período comprendido entre 2003 y 2006 se genero un crecimiento de un 19.9% con una tasa anual acumulativa de 4.9%. No obstante, este crecimiento no significó una
disminución del desempleo.

En el segundo trimestre de 2007, la tasa global de participación se contrajo para ambos sexos, aunque la inserción femenina sigue en aumento alcanzando 45.5 puntos, habiéndose incrementado en 1% promedio anual trimestral con respecto a la de los hombres que sólo alcanzó el 0.55% y que se ubico en segundo trimestre en 71.3. Esta situación se debe al hecho que el desempleo afecta mayoritariamente a las zonas rurales y ciudades pequeñas. Con respecto a la población económicamente activa para el segundo trimestre de 2007 era de 20.419.816, de ellos son hombres 11.873.688 (59%) y mujeres 8.536.130 (41%). Mientras que la población en edad de trabajar es 35.467.297, siendo hombres 16.650.073 y mujeres 18.817.224.12

Así la tasa de desempleo nacional para el segundo trimestre de 2007 fue de 11.1, siendo para los
hombres de 8.6 y para las mujeres de 14.7. El subempleo nacional afecta a 7.146.411 personas de
ellas el 59.7 son hombres y el 40.3% mujeres. Con tasas nacionales de 35, siendo la de hombres de 35.9 y la de mujeres de 33.7. El hecho que las mujeres enfrenten un mayor desempleo hace que las tasas de inactividad para ellas sean de 54.6 mientras que para los hombres alcance la cifra de 28.7, siendo la nacional 42.513.

Como se puede observar las mujeres tienen menos acceso al empleo, las tasas de desempleo son
más altas para mujeres que para hombres en todas las ciudades del país; además ganan menos que los hombres por igual trabajo a pesar de haber logrado mayores niveles educativos.

Con respecto al acceso a la propiedad, particularmente a la tierra, la titulación a la pareja no ha arrojado los resultados esperados de garantizar a las mujeres el derecho efectivo en condiciones de equidad, esto afecta principalmente a las mujeres rurales.

www.aecid.org.co













domingo, 11 de octubre de 2009

¿Cuáles son los desafíos en la lucha contra la corrupción en Colombia?


1. Volver a posicionar la corrupción como prioridad en la agenda pública. La lucha contra la corrupción ha pasado a segundo plano, en un país cuya prioridad es vencer el conflicto armado. La corrupción no es percibida como el mal mayor y los colombianos no parecen percibir las conexiones y los efectos nefastos de este fenómeno sobre la efectividad y legitimidad de las instituciones, la equidad y la justicia social, el acceso a los derechos, la generación y distribución de riqueza, el fortalecimiento de la democracia, y sus propias vidas. La corrupción preocupa por los efectos que produce sobre la sociedad y la institucionalidad.

Las prácticas corruptas impiden lograr los objetivos deseados por el Estado y la sociedad, reducen y ponen en manos de unos pocos, los recursos disponibles para fines colectivos; distorsionan el proceso de decisiones a favor de intereses particulares; contamina el ambiente en el cual opera el sector privado; aumenta los costos de administración de bienes y servicios públicos y privados; debilita el respeto por la autoridad; deteriora la legitimidad de las instituciones y la confianza ciudadana, entre otros efectos nefastos.

2. Vencer el círculo perverso entre violencia, narcotráfico y delincuencia organizada como escenarios para corrupción. El narcotráfico y el fortalecimiento de los grupos armados ilegales como expresiones de la violencia, han conducido al debilitamiento de la gobernabilidad y han movido la frontera de la ética en el país. En consecuencia, han generado un escenario propicio para el auge de la corrupción, y a la vez se ha convertido en un obstáculo para combatirla. Los fenómenos de violencia, narcotráfico y grupos armados ilegales, unidos con la intensidad que los vive Colombia han presionado una mutación mucho más peligrosa de la corrupción: la captura y la reconfiguración cooptada del Estado.

3. Comprender y actuar con decisión y audacia para cerrar las puertas a la captura y la reconfiguración cooptada del Estado. La corrupción en Colombia ha evolucionado a formas más sofisticadas y complejas, los actores son más diversos, organizados y con frecuencia están vinculados a redes delincuenciales con objetivos de largo plazo que buscan afectar aspectos neurálgicos del Estado en sus distintos niveles y poderes. Sus objetivos son estructurales y ambiciosos pues van más allá de lo económico, para buscar la consolidación de poder político y territorial y legitimación social. Combatir este fenómeno creciente que produce efectos corrosivo sobre la sociedad colombiana en sus distintos ámbitos, requiere comprender cómo y dónde se manifiesta y diseñar reformas y medidas más complejas, profundas e integrales que las convencionalmente aplicadas a la lucha contra la corrupción.

4. Romper con la cultura del atajo y la ilegalidad. Algunos avances a favor de la transparencia y en contra de la corrupción, conviven con una cierta tolerancia social de parte de los colombianos a la corrupción. Con frecuencia, los comportamientos no éticos (legales o ilegales) siguen siendo vistos como actos de audacia y astucia. La cultura del atajo, entendida como la obtención de resultados mediante la utilización de métodos ilegales o no éticos sin considerar las consecuencias, tiende a prevalecer en distintos escenarios de la vida pública y privada de los colombianos. De otro lado, una proporción importante de la población justifica la corrupción en función de los fines perseguidos; desconfían de las actuaciones de sus conciudadanos y justifican sus comportamientos no éticos (legales o ilegales) en el inadecuado comportamiento de la mayoría.

5. Ser más estrictos en el cumplimiento de la legislación existente. Colombia ha ratificado Convenciones internacionales anti-corrupción y cuenta con un conjunto amplio y suficiente de lineamientos constitucionales, leyes y normas para avanzar en la lucha contra la corrupción. Si bien, es necesario afinar la legislación existente en algunos aspectos, la tarea inaplazable consiste ser más estrictos en su cumplimiento, y cerrar la brecha que tradicionalmente caracteriza el país, entre la existencia de normas y leyes y su poca aplicación en la práctica. Es necesario aplicar mayores sanciones al incumplimiento e incentivos positivos al cumplimiento efectivo.


6. Estimular una sociedad civil vibrante motivada por el cuidado a lo público. Los ciudadanos cada vez creen menos que es posible derrotar la corrupción. Esto genera un cierto desaliento de parte de los colombianos a exigir mayores compromisos y resultados de parte de los gobernantes y empresarios frente al combate a la corrupción. De otro lado, los ciudadanos si bien tienen una alta percepción de que la corrupción es extensa, no la consideran como uno de los problemas prioritarios que afecta sus vidas de manera directa y contundente, probablemente debido a que no establecen vínculos causales entre la gran corrupción e incluso la amenaza de captura del Estado, y los daños causados a sus vidas en particular o a los bienes y servicios a los cuales accede cada persona. Es necesario hacer esfuerzos orientados a crear conciencia colectiva sobre el impacto nefasto de la corrupción y rechazo social a este fenómeno. Así mismo, es esencial no ahorrar esfuerzos para incentivar la actuación de la sociedad civil organizada en torno al cuidado de lo público, en especial a través de los ejercicios de control social.


7. Los empresarios deben asumir un fuerte y claro liderazgo en la lucha contra la corrupción. El sector privado tiene el reto de asumir un papel protagónico en la búsqueda e implementación de soluciones individuales y colectivas. La condición básica de una empresa socialmente responsable es la conducción de sus negocios con principios éticos y de transparencia. Una forma concreta para que los empresarios asuman su corresponsabilidad en la lucha contra la corrupción, es la puesta en marcha de programas de ética organizacional al interior de sus empresas y extensivos a su cadena de valor, la implementación de esquemas de autorregulación para prevenir el soborno en la gestión empresarial y en particular la adopción de los Principios Empresariales contra el Soborno. El Estado a su vez, debe impulsar medidas para incentivar a que las empresas adopten y cumplan con estándares y prácticas de transparencia e integridad y de prevención del soborno, especialmente entre aquellas empresas que contratan con el Estado, así como limitar o eliminar la posibilidad de que estas últimas hagan contribuciones a las campañas electorales. Y los consumidores deben asumir una actitud responsable en sus prácticas de consumo, premiar las actuaciones éticas y responsables del empresariado y castigar las contrarias. Estas condiciones, impulsadas desde el entorno, pueden afectar notablemente la forma como se relacionan y hacen negocios las empresas, para avanzar hacia un cambio cultural voluntario que propenda por combatir y erradicar el soborno de las relaciones de negocio, con el concurso activo del empresariado, y el interés de un sector público dinámico y vigilante y un mercado que reconoce a las empresas que caminan en esta dirección.

8. Consolidar un sistema de pesos y contrapesos. Es necesario revertir en el país, la tendencia de concentración de poder en el ejecutivo y alcanzar un mayor equilibrio e independencia entre los Poderes, como condición indispensable para el adecuado funcionamiento de un sistema de integridad basado en pesos y contrapesos - donde cada actor vigila y es vigilado-. La lucha contra la corrupción en Colombia requiere que estos controles operen de forma efectiva y que la interacción entre los actores se ciña a reglas democráticas y transparentes.
En particular es esencial elevar la eficacia de los Órganos de Control y la Justicia para investigar y sancionar los hechos de corrupción. La lucha contra la corrupción en Colombia requiere que la Fiscalía, la Procuraduría, la Contraloría actúen con eficacia, eficiencia y oportunidad en la prevención de riesgos de corrupción y en la investigación y sanción de los casos. Por su parte, el Consejo Nacional Electoral debe actuar con celeridad e independencia en el ejercicio de su labor de vigilar la actuación responsable de las organizaciones políticas y la transparencia en la financiación de partidos políticos y campañas electorales.

9. Sellar las fisuras de la institucionalidad estatal que expresan los escenarios de riesgo de corrupción en la gestión administrativa de las entidades del orden nacional, departamental y municipal. Si bien Colombia cuenta con una institucionalidad cada vez más sólida y transparente, ésta aún presenta fallas y debilidades en los terrenos de la visibilidad, el cumplimiento de las normas y la existencia de pesos y contrapesos, configuración que favorece la ocurrencia de hechos de corrupción. Estas fisuras si bien están presentes en toda la institucionalidad, tienen sus expresiones más agudas en el nivel territorial. Es urgente entonces equilibrar el desarrollo institucional del país, profundizar la descentralización tanto administrativa como política y, posicionar en ella la lucha contra la corrupción como una de las primeras tareas para el logro de la autonomía local.

10. Recuperar la legitimidad y confianza en la institucionalidad democrática y en la política. La falta de transparencia y rendición de cuentas de los sistemas políticos en Colombia ha llevado a que el Congreso de la República, las Asambleas Departamentales, los Consejos municipales y distritales y los partidos políticos no gocen de la confianza ciudadana y sean percibidos como los más proclives a la corrupción. Estos órganos son escenarios institucionales por excelencia de la democracia local, y en esta medida su falta de legitimidad, atenta contra la democracia. Es necesario impulsar en estos cuerpos mayor transparencia y rendición de cuentas, regulación del lobby y manejo adecuado del conflicto de intereses, implantación del voto nominal, cerrar las posibilidades a la filtración de intereses indebidos de grupos legales e ilegales en la formación de las leyes; y de otro lado, hacer más transparente los ingresos y gastos de campañas electorales y partidos, y reformar el sistema electoral colombiano. Los partidos y movimientos políticos deben ser fortalecidos institucionalmente y deben abrirse a la inspección pública y asumir responsabilidad por las actuaciones de sus candidatos y representantes en cargos de elección popular, de forma que se restablezca la confianza ciudadana en el ejercicio ético de la política.
Transparencia por Colombia tiene la firme convicción de que es posible avanzar de manera sustantiva en la superación de estos desafíos, con el compromiso decidido y la acción articulada de funcionarios públicos, empresarios, organizaciones civiles y ciudadanos.
La corrupción tiene un efecto profundo y destructor sobre las sociedades, puede acabar con todo, incluso con la esperanza de miles de hombres, mujeres, jóvenes y niños que aspiran un futuro mejor y en paz. Hay que vencer este flagelo. Transparencia por Colombia sabe que no existen recetas mágicas y ni sencillas para combatir la corrupción, sin embargo, invierte talento, recursos y persiste en la tarea de entregar a las generaciones futuras una Colombia libre de corrupción. Y espera poder contactar con el concurso de sus miembros, aliados, donantes y actores destacados del Estado, el sector privado y la ciudadanía en esta causa mayor.


viernes, 9 de octubre de 2009

La vivienda en Bogotá


La realidad de la vivienda en Bogotá, es crítica y compleja. Es el resultado de una ciudad diseñada con criterios excluyentes, de la cual surgen dos o más urbes: la planeada para los poderosos, y la que los negados tuvieron que diseñar y construir palmo a palmo. El Plan de Ordenamiento Territorial precisa que del territorio construido de la ciudad, 6.906 hectáreas fueron urbanizadas de manera “ilegal”, construyéndose 1.553 barrios donde habitan cerca de 401.285 predios ocupados aproximadamente por 1’400.000 habitantes.


Pero la lucha por un espacio digno aún no termina: existen en Bogotá 400 mil familias sin vivienda, habitando inquilinatos, desplazándose una y otra vez de barrio en barrio en busca de una casa arrendada más barata. Pero también hay millares de familias que nunca han podido terminar totalmente su habitación o que requieren ampliarla para que todos sus miembros la ocupen en mejores condiciones.
La entidad distrital responsable de canalizar y resolver estas demandas es la Caja de Vivienda Popular (CVP). Para ello cuenta con el Programa Mejoramiento Integral de Barrios - PMIB-; el Programa de Mejoramiento de Vivienda -PMV-, y el Programa de Reasentamiento de Familias y


Programa de Titulación.
Programa de mejoramiento integral de barrios
Este Programa pretende la realización de sus objetivos (mejoramiento y consolidación del territorio), articulando la población residente en los asentamientos y esperando en esta forma el fortalecimiento de la interacción institucional.
La sostenibilidad de los objetivos específicos se suscriben a la generación de capital social, es decir a los esfuerzos de las comunidades para su financiamiento, sin que aparezcan inversiones financieras de la administración distrital.
Para el caso de las localidades de Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal y Usme, existe el Proyecto Sur con Bogotá, acuerdo de cooperación firmado entre el gobierno Alemán (a través del banco KFW), Planeación Distrital y la empresa de Acueducto de Bogotá, Programa adscrito a la Caja de Vivienda Popular. Para cofinanciar el mejoramiento de barrios de estas localidades se dispone a 2007 de $77.600 millones de pesos. Pese a contar con el aporte de otras entidades en recursos humanos y financiación, los responsables de este Proyecto no ha propiciado una interlocución con las comunidades en términos de inversión, propio de una democracia, que permita el control real de las comunidades sobre el manejo de estos recursos.
Programa de mejoramiento de vivienda

El alcalde Lucho Garzón en su campaña hizo énfasis en el creciente déficit de vivienda que calculó en su momento para 400 mil familias. Con base en esta estadística de campaña prometió subsidio distrital para 70.000 viviendas tipo 1 durante los cuatro años de su administración. Han transcurrido año y medio y a la fecha no se ha visto voluntad política alguna del Concejo, a pesar de la presencia importante de la bancada del Polo Democrático Independiente, que no ha logrado la aprobación de un acuerdo en este sentido, ni el Alcalde lo ha formulado por decreto.
Mientras las necesidades de la población se acrecientan, gracias al continuo desplazamiento forzado y a la movilidad social -muchas familias de estratos superiores también se están desplazando hacia estratos inferiores-, la administración distrital no rompe las amarras heredadas, no se decide a implementar políticas que de verdad confronten a los especuladores urbanos y a los constructores privados.
El programa de mejoramiento de vivienda CVP, se planteó como objetivo el desarrollo de acciones, para una mayor eficiencia en la producción social de vivienda de los sectores 1 y 2 de origen “ilegal”, olvidando de esta forma la existencia de los estratos 0 y -1, evidentes en los barrios más pobres de Bogotá.
Y es que la normatividad se ha convertido en un pretexto recurrente, para desestimular la búsqueda de soluciones de las comunidades, justificando su inactividad ante la ausencia de políticas fundamentadas en principios claros capaces de desatar soluciones definitivas a las necesidades de las comunidades, ratificando así que tales soluciones solo se lograran con el empoderamiento de la comunidad.
En síntesis, la Caja de Vivienda Popular es una entidad incapaz de acometer programas de mejoramiento de vivienda dado que sus objetivos no superan el asistencialismo, razón de ser como institución, pues no toca el fondo del problema que tiene que vercon las causas sociales generadoras de violencia y miseria en los barrios populares. Entonces, sin pretender ahogar la esperanza de nadie, las comunidades no deben fincar esperanzas en instituciones como estas. Por el contrario, deben demandan y construir nuevas instituciones que cuenten con su dirección, organización y sentir.
Titulación
El programa de titulación de la actual administración, al igual que todos los programas de la CVP, no han contado con un compromiso claro y definitivo de esta entidad. A la fecha, transcurridos más de 16 meses de la nueva administración de la ciudad no se ha iniciado ni siquiera un proceso de pertenencia de inmueble alguno.
Los 2.500 procesos de titulación o pertenencia desarrollados, manteniéndose vigentes muchos de ellos, se iniciaron en la administración de Antanas Mokus, siendo para la CVP irrelevante la existencia de los 135.000 predios sin título (escritura pública) que existen en la ciudad de Bogotá.
No es desconocido que el asentamiento de la población en 1.600 barrios de Bogotá, se hizo mediante la toma u ocupación de los lotes de engorde, propiedad de los especuladores de la tierra. Tampocoes desconocido que los “afectados“ recurren a todo tipo de maniobras jurídicas y favoritismo, para recuperar parte de su supuesto detrimento patrimonial, mientras colocan demandas administrativas para el logro de cuantiosas indemnizaciones pertinentes. A lo anterior ha servido de caja de resonancia la CVP, cuando respalda las negociaciones directas con los especuladores de las tierras, desconociendo los mismos pronunciamientos del Consejo de Estado que señala que los especuladores deben hacer reconocer sus derechos en las demandas de pertenencia que desarrollen las comunidades.

En la actualidad la CVP se niega a acometer procesos de pertenencia o titulación, quedando las comunidades expuestas a las decisiones buenas o malas de los profesionales del derecho.
Ante esta realidad, sugerimos a las comunidades, organizarse alrededor de las Juntas de Acción Comunal, presionar para que estas cumplan con su misión social, buscar organizaciones de vivienda popular que realicen la interventoría, y garantizar la transparencia en el manejo de los recursos por la comunidad, disponiendo -en coordinación con sus organizaciones sociales- los respectivos desembolsos de honorarios de abogados y demás gastos procesales, los que deberán contaran con sus respectivas pólizas de garantía.

jueves, 8 de octubre de 2009

Educación Pública en Bogotá: Nivelando por lo bajo!


Un artículo reciente en The Economist (Julio 16 de 2009) comenta acerca de la reforma educativa que se está llevando a cabo en la ciudad de Boston y en el Estado de Massachusetts. A pesar de ser el estado con los mejores niveles educativos de USA y donde los alumnos de escuelas públicas obtienen los puntajes más altos de matemáticas y comprensión de lectura del país; tanto el alcalde como el gobernador están enfocando sus esfuerzos en reformar el sistema de educación pública. Ambos están buscando incrementar el número de colegios en concesión (charter schools) y la creación de nuevos tipos de escuelas que sean manejadas a través de socios externos como Universidades. Entre las razones detrás de estas propuestas está el hecho de que diversos estudios en ese país han demostrado la mayor efectividad y mejor calidad de la educación que estos colegios en concesión tienen al comprarlos con los otros colegios públicos. Incluso, Arne Duncan, el Secretario de Educación de Barak Obama, está ofreciendo US$ 5 billones a ciudades y estados que innoven sus sistemas de educación pública y sugiere que una forma de hacerlo es incrementando el número de colegios en concesión.


Aunque no todos lo saben, Bogotá en el año de 1999 lanzó un programa de colegios en concesión creando un total de 25 colegios públicos que serían administrados por el sector privado con socios como Universidades y colegios de la mayor calidad académica. Estos colegios se crearon en los sectores más pobres y vulnerables de la ciudad, caracterizados por tener una baja oferta educativa y en donde la totalidad de los hogares residentes en la zona son familias de escaso recursos. A pesar de estas características varios estudios, como por ejemplo Barrera (2007), han demostrado la efectividad de estos colegios al compararlos con otros colegios del sistema público. En ellos se ha disminuido la tasa de deserción, los resultados de los estudiantes en pruebas estandarizadas como el ICFES son mayores y tienen efectos positivos de spill-over en colegios públicos vecinos. Lastimosamente, durante la administración de Garzón se decidió congelar este programa argumentando entre otras cosas que estos colegios creaban inequidades dentro de los estudiantes de colegios públicos. Claro!!! Nivelemos por lo bajo!!! Esas son las políticas que nos van a sacar adelante! Espero que la próxima administración (o esta si deja de echar globos) recapacite respecto a este tema y permita su continuidad. Más aun, espero que al igual que Boston y Massachusetts traten de expandirlo.


Por: Catherine Rodriguez

miércoles, 7 de octubre de 2009

Los jóvenes en la política


Hoy se configura como política de Estado incorporar a jóvenes en espacios de decisión de gobierno, presentándolos, mujeres y varones, en las listas que participan en procesos electorales.Según las estadísticas más de un tercio somos jóvenes.

A pesar de defender y respetar la democracia y los valores que ella conlleva, nuestra participación ha sido mínima y mediatizada en su real dimensión.

El diezmo juvenil tiene como finalidad precisa autorizar medidas que, aunque sean discriminatorias en apariencia, están destinadas a reducir las desigualdades de hecho que pudieran existir en la realidad. Permitirá aumentar rápidamente el número de candidatos juveniles, generando así un efecto reflejo hacia otros jóvenes, incentivando su participación política.


Aunque la mayoría de las constituciones modernas consagran la igualdad de oportunidades, en la práctica, la situación de los jóvenes continúa siendo desfavorable, debido a su situación cultural, social, económica y política.
Por otro lado, hay quienes sostienen que el diezmo juvenil podría ser inconstitucional, además de ser manipulado por quienes ostentan el poder en instancias políticas partidarias o gubernamentales.

Es fundamental asegurar la participación efectiva de los jóvenes en la toma de decisiones de gobierno mediante una ley, más allá de que un partido político fije una cuota en sus estatutos o reglamentos.

En toda democracia moderna las políticas de Estado buscan la legitimidad y ser representativas.
La participación política busca influenciar de manera directa en los diferentes organismos del Estado; así al empoderar jóvenes podremos tomar decisiones sobre asuntos que tienen impacto en nuestras vidas a través del acceso a educación, empleo, salud, recursos como tierra o créditos.
Queremos una participación estructurada y directa de los jóvenes, que abarque de manera continua un período mayor y que implique un contacto directo con los organismos que toman decisiones.

Tenemos una paradoja: O nos integramos a la sociedad existente o la transformamos. Aspiramos a participar plenamente en la sociedad, por ello es que contribuimos a la adopción de mejores decisiones y al logro de resultados más satisfactorios y democráticos, promoviendo la integración y la cohesión de la sociedad.

Somos agentes clave para el cambio social, el desarrollo económico y la innovación tecnológica, debemos vivir en condiciones que impulsen nuestra imaginación, ideales, energía y nuestra visión para que florezcan en beneficio de sus sociedades.
Nuestra participación esta alcanzando mayor atención en los foros internacionales, pues hemos demostrado que podemos inyectar valores sociales y nociones de equidad en los debates.
El Perú se ha comprometido a promover el derecho que tenemos los jóvenes de participar y ser empoderados. En Ecuador, Venezuela, Colombia, España, Guatemala, y virtualmente por todo el mundo estamos haciendo esta campaña, que más que una medida justa, es necesaria, ya que generará cambios en las estructuras del Estado, dándole poder de decisión a la gente joven y desde luego capaz .


Por Christian Pardo Reyes (Perú)*

martes, 6 de octubre de 2009

La seguridad en Bogotá




Como lo muestra el estudio 'La experiencia de Bogotá en la reducción de la criminalidad 1994 - 2002', publicado por la Alcaldía Mayor de Bogotá, entre 1961 y 1979 las tasas de homicidios por cada 100.000 habitantes a nivel nacional y distrital tuvieron una evolución similar y en Bogotá se mantuvieron en niveles relativamente bajos. La situación cambió radicalmente durante los años 80 y principios de los 90, cuando esas tasas tuvieron un enorme crecimiento y alcanzaron sus niveles más altos entre 1992 y 1993. Con posterioridad a esa fecha los homicidios en Bogotá comenzaron a disminuir de forma constante año tras año, tendencia que se consolidó de manera notable entre 1997 y 2003, presentando la ciudad en ese lapso de tiempo logros inéditos al reducir significativamente los homicidios y generar una marcada diferencia con respecto a las tendencias nacionales. Mientras en Bogotá este delito se aminoraba, en el país se mantenía en los altos niveles de comienzos de los 90. Ese logro sin precedentes obtenido durante las administraciones encabezadas por Antanas Mockus y Enrique Peñalosa estuvo acompañado de reducciones igualmente notables en atracos, hurtos a establecimientos comerciales, bancos y residencias. Aunque en otros delitos como las lesiones personales con incapacidad mayor a 30 días y el hurto a automotores no se tuvieron los mismos resultados de excelencia, estos casos fueron la excepción a la regla y los logros obtenidos marcaron un antes y un después en materia de seguridad y convivencia en la capital. De esa manera se consolidó en la ciudadanía la certeza de vivir en una Bogotá cada vez más segura y parecía imposible que esas tendencias positivas no continuaran.
¿Qué es entonces lo que ha llevado a que esos éxitos acumulados durante más de una década estén debilitándose como lo muestran los resultados de las encuestas de percepción, los cálculos efectuados por Hugo Acero y los escandalosos datos reportados en lesiones y hurtos que hacen parte de las llamadas pequeñas causas? Un primer factor lo constituye el abandono durante la administración Garzón de la política integral de cultura ciudadana, al parecer no por voluntad de Lucho sino por la precaria visión que permeó a buena parte de la burocracia distrital del momento, según la cual era necesario "superar" la cultura ciudadana para enfatizar más en los derechos que en los deberes de las personas (como si estos en lugar de complementarse se excluyeran), y según la cual no debían continuarse políticas que dieran réditos políticos a los alcaldes anteriores. Es decir, una política que había sido definitiva para obtener logros históricos en seguridad fue desconocida por la pobreza en lo ideológico y la mezquindad en lo político. Una de las grandes cualidades de Lucho es su capacidad para reconocer errores y limitaciones, como lo hizo en el libro-entrevista realizado con Julio Sánchez Cristo al final de su mandato, cuando dijo: "hemos abandonado mucho la cultura ciudadana... y si hay una crítica dura es que algunos referentes de los que trabajó Antanas los descuidamos en esta administración".
Un segundo factor fue la confusión entre autoridad y autoritarismo durante la administración Garzón, que llevó a debilitar la imagen de autoridad del Alcalde y que junto con un discurso de derechos en el que los deberes ocupaban poco espacio, produjo lo que estamos viviendo de nuevo: cada cual hace lo que le parece, así viole normas básicas de convivencia y atropelle los derechos ajenos. Ya no se respetan los semáforos, ni los andenes, ni las cebras, se arroja basura al espacio público y se considera legítimo saltarse los límites de los que tanto hablaba Antanas o agredir los derechos de los otros en el espacio público al que tanto valor le otorgó Peñalosa. Cuando en el imaginario colectivo todo ello es válido, resulta mucho más fácil para algunos traspasar también los límites del delito.
Un tercer factor es que la ciudad ya no cuenta con instrumentos fiables para monitorear el comportamiento de la seguridad, desde que se modificaron las fuentes de información que se habían mantenido durante casi una década, lo cual ha llevado a situaciones como la de analizar algunos delitos con cifras no comparables. Si las cifras no son comparables, sencillamente no es posible afirmar que estamos mejorando y al carecer de un sistema de evaluación confiable, es imposible acertar.
A todo lo anterior se han venido a sumar de forma coyuntural algunas actitudes poco constructivas del actual Alcalde que insiste en hacer creíble lo increíble (no hay crisis, es sólo un problema de percepción), reclama con razón responsabilidades en la policía, la justicia o el gobierno nacional, pero no asume las debilidades de su administración y politiza el debate al plantear que la raíz del problema es que lo quieren atacar políticamente.
Algunos creen que en buena medida los problemas de seguridad son producto de la pobreza. Valga la pena acotar que diversos estudios comparativos apoyados por las Naciones Unidas en Centroamérica muestran que no es la pobreza lo que activa la inseguridad sino las desigualdades que resultan ofensivas y la falta de eficacia y credibilidad de las instituciones. Bogotá es un buen ejemplo del equívoco de ese supuesto: tenemos menos pobres pero más inseguridad que hace 5 años.
La actual administración distrital tiene más de tres años por delante y está más que a tiempo para retomar los factores de éxito del pasado, mejorarlos e innovar con respecto a ellos. Sin duda, la Secretaría de Gobierno y el Alcalde Mayor están trabajando intensamente en el tema de seguridad, realizando concejos, identificando y planificando la intervención en zonas críticas, celebrando pactos, preparando proyectos. Pero, dado que no por mucho madrugar amanece más temprano, para generar reales avances quizás se requieran mayores énfasis en temas como, por ejemplo, el análisis histórico y más detallado de la seguridad en la ciudad, el reconocimiento de los problemas en su verdadera dimensión sin pretender concluir de antemano que todo marcha bien, la concreción de alianzas estratégicas y estables con las entidades y sectores que tienen que ver con la seguridad en la ciudad porque, como bien dice el Alcalde, el enemigo está afuera de las instituciones, o el desarrollo de una interlocución más sistemática y mejor organizada con la ciudadanía que permita avanzar mucho más allá del ejercicio que se realiza por estos días a través de los llamados Concejos Locales de Seguridad.
Como ha insistido el actual Alcalde de la ciudad (al igual que lo hicieron sus antecesores), la seguridad y la convivencia demandan enfoques claros e integrales, y el concurso de múltiples actores. Es de esperar que así sea para que se formulen y ejecuten proyectos de seguridad y convivencia bien estructurados, se obtengan resultados palpables por los ciudadanos en un tiempo prudencial y podamos dejar de asistir a lastimosas discusiones sobre quién convoca los concejos de seguridad, qué decía una carta del Ministro de Defensa o si resulta conveniente o no debatir este tipo de asuntos públicamente.


* Profesor, consultor
Jairo Chaparro Valderrama *

lunes, 5 de octubre de 2009

¿Cual es el Compromiso Político de los Cristianos?



Ante la actual campaña proselitista de los partidos políticos, la cual debemos soportar día y noche, día tras día, debemos tener una visión verídica de los acontecimientos sociales, políticos, culturales y económicos que sufra nuestra realidad nacional. Algunos Cristianos dicen que “No tenemos que meternos en política, porque eso es cosa del mundo. Estos cristianos no han entendido que la misión que Jesús nos confió, es ser luz del mundo, sal de la tierra y levadura en las masas (Mt 5, 13-14), es decir, se agentes de cambio, de transformación en medio del mundo, trabajando por una sociedad mas justa y humana, en la que se viva la voluntad de Dios.

Para otros, la política parece una actividad poco limpia, como un medio de enriquecimiento que favorece la corrupción. Pero en realidad, ¿Sabemos que es la política? ¿Que concepto de política debemos tener como Cristianos? ¿Debemos hablar de política los Cristianos? En realidad al hablar con muchos Cristianos de cualquier denominación, sobre dicho tema, nos damos cuenta que la gran mayoría no tiene bien definido un concepto sobre este tema, y que prefiere evadirlo o no opinar al respecto, que la iglesia y la política no deben convivir como tal.
Hoy es necesario recuperar la dignidad de la vocación política.

Generalmente se usa el termino “Política” para designar el arte de gobernar bien el estado (La Polis), mas específicamente es el ejercicio del poder publico, en vista del bien común, es decir de aquellas condiciones sociales, jurídica, económicas y culturales que permitan a los individuos, poderse desarrollar libremente. La noción de la política como un servicio por el bien público es evidente, puesto que este es el motivo que justifica la autoridad específica de dicha acción, por ello todos los humanos somos seres políticos “Zoom Politikon”.

La tarea política es ayudar a que la humanidad cambie y mejore, por la política se busca que existan condiciones, para que todos los hombres y mujeres vivan con dignidad en libertad y que a nadie le falte lo necesario para vivir: tierra, trabajo, salarios dignos, vivienda, educción, salud, etc.
No hay que confundir política en el sentido amplio, que es derecho de todo ciudadano participar en ella. Toda mujer y hombre, creyente o no creyente, debe ser y es político en sentido que se preocupa y compromete por el bien de la sociedad.
La política puede ser buena o mala según sea su proyecto socioeconómico y los políticos que la promuevan. De donde deduce que hay dos clases políticas:
1. La que defiende los privilegios e intereses económicos de una minoría poderosa, en estrecha alianza con los sectores mas reaccionarios del gobierno y las compañías multinacionales, a través de programas que excluyen y marginan a los mas indefensos de la sociedad.
2. La clase política que en sus programas buscas el desarrollo de la justicia en libertad, el respeto, la promoción de los derechos humanos de toda la sociedad (sin distinción alguna de clase sociales, credo, raza, sexo etc.), de esta manera se identifica con el evangelio, lo más importante es la dignidad humana. El desarrollo de la persona humana en su dimensión material y espiritual.

domingo, 4 de octubre de 2009

Aire y problemas ambientales de Bogotá !




Por, Néstor Y. Rojas, PhD. Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia



La calidad del aire es uno de los factores de importancia en la determinación del índice de calidad de vida de un centro urbano. Una ciudad con buena calidad del aire es preferible para vivir y más atractiva para las inversiones al ser comparada con otras ciudades con condiciones similares de ingreso, acceso a bienes y servicios y oportunidades de empleo pero con aire contaminado.

Un aire de baja calidad o aire contaminado es aquel que produce una evidencia perceptible o medida de poco bienestar, v.g.: visibilidad reducida, suciedad en edificaciones, afectaciones a la naturaleza o perjuicios sobre la salud. En centros urbanos con altas concentraciones de población y la alta ocurrencia de procesos productivos, la afectación a la salud resulta ser la consecuencia más importante de la contaminación del aire.

SITUACIÓN ACTUAL DE LA CALIDAD DEL AIRE EN BOGOTÁ

La Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá – RMCAB – ha llevado un registro
de las concentraciones de los contaminantes “criterio” desde 1997, el cual ha proporcionado las siguientes conclusiones:

• El PM10 es el contaminante con mayor índice de excedencias de la norma de calidad del aire, seguido por el ozono.
• Las concentraciones de óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, hidrocarburos totales y monóxido de carbono presentan pocas o ninguna excedencia de la norma.
• Las concentraciones de PM10 no han mostrado una tendencia clara de reducción o aumento en los 10 años de operación de la red. Aunque existió una tendencia de reducción al introducir diesel de 1200 ppm de azufre en 2000, lamentablemente la concentración de PM10 volvió a aumentar a partir de 2003, probablemente debido al crecimiento industrial y a la utilización de carbón a cambio de gas natural.

La influencia de los vehículos particulares, que funcionan en su mayor parte con gasolina, se manifiesta en las concentraciones de CO, mientras que los vehículos de transporte público, movidos por motores diesel, influyen claramente en las concentraciones de PM10 (evidencias del día sin carro y días de paro de transporte público).
• La zona occidental de la ciudad, particularmente en las localidades de Puente Aranda, Kennedy y Fontibón, presenta las mayores concentraciones de contaminantes, especialmente de material particulado.
• A pesar de que la concentración de contaminantes en varias estaciones de la ciudad se encuentra por debajo de los niveles máximos permisibles definidos por las normas colombianas de calidad del aire, dicha concentración resulta inaceptable de acuerdo con los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud – OMS – en su actualización de 2005.


! LLEGO EL TIEMPO BOGOTA !



Queridos amigos, amigas y seguidores de esta nueva vision, el dia de hoy tocaremos un tema delicado y que ha sido poco valorado en sus dimensiones, y que si bien es un tema legislado, es hora de comprender el valor y la responsabilidad, del regalo que Dios nos ha encomendado nuestros recursos.


JORGE LASTRA, es un convencido de que el control existente debe ser reforzado aun mas, que la legislacion existente tal como el Decreto 948 de 1995 y el Decreto 979 de 2006, han avanzado en la proteccion, pero ha faltado una verdadera campaña de concientizacion ciudadana del valor de nuestros recursos Renovables y No Renovables, por ello desde el Congreso nuestra batalla sera por crear espacios de manera obligatoria en las Escuelas y Universidades de concientizacion y preparacion de nuestros ciudadanos en la racionalizacion y utilizacion de nuestros recursos, resultado de esto seran ciudades mas limpias y un futuro mas agradable a nuestro hijos.




! ES HORA DE INTERIORIZAR VALORES , QUE SEAN PRINCIPIOS PARA UN CAMBIO EN COLOMBIA, ES HORA DE HACER UN PACTO POR BOGOTA !












sábado, 3 de octubre de 2009

Dios le esta dando alas de Aguila a " PACTO"


Por Yudy Cetina.



El Pastor Alfredo Barrios de la Iglesia Fe en Accion en entrevista con " Hecho esta" dijo que Dios le esta dando alas de aguila al Partido Cristiano de Transformacion y Orden " PACTO" tambien que Dios ya empezo a darle gracia y favor delante de toda la comunidad cristiana del pais.



“Yo veo que pastores que son de mucha trascendencia en esta tierra ya nos están manifestando su respaldo y apoyo, creo que vamos por buen camino muy contentos y muy firmes” manifestó.



¿Cuáles deben ser las características de un candidato cristiano al Congreso de la República?

Yo creo que lo primero es que sea gente que tenga visión de reino, segundo que tenga una visión
profética de hacia dónde va esta nación, porque los candidatos de senado y cámara no solo van a
legislar para la iglesia, sino que tenemos que tener una visión no solo de iglesia si no de nación.
Por otro lado que tengan una educación básica en administración pública y que sea gente de
trayectoria ministerial y una cobertura clara.

¿Teniendo en cuenta la situación política de Colombia, “Pacto” sería la repuesta para restauración del país?

Como dice la Biblia todas la cosas llegan a bien, y me parece que el escenario político y social de
Colombia no es el mejor y lo que hace es que la gente busque de Dios, no debería ser así, pero hoy en día todas estas cosas y patologías que están atentando y enfermando a la sociedad hacen que desesperadamente estén buscando a Dios y una opción política valida, y yo pienso que es un buen momento para que “Pacto” se haga conocer y apoyar.